Para conseguir el look más apropiado: zapatos para invitados de boda

Para conseguir el look más apropiado: zapatos para invitados de boda

Una boda te da la oportunidad de por fin sacar tus zapatos más bonitos del armario y llevarlos de paseo. ¡Esto no lo puedes dejar escapar! Pero antes de subirte a unos tacones demasiado altos piensa que después de muchas horas de fiesta es muy probable que tus pies digan «basta» justo cuando la novia te reclame para bailar. Para estos casos debes llevar unas bailarinas (por supuesto a juego con el vestido y el estilo) en tu bolso de mano. A continuación te contamos todo lo que debes tener en cuenta a la hora de elegir unos zapatos para una boda.

Princesa de cuento

Está muy bien que quieras mantener un look recatado en el vestido para no robarle el día a la novia, ¡pero en los zapatos puedes aprovechar para hacer realidad tus sueños! Si quieres, pueden hasta resplandecer y brillar en dorado.

Los mejores zapatos para ir de boda: relucientes sandalias de tacón en dorado. Quedan perfectas con vestidos en verde oscuro o lila.

El segundo puesto

Para celebrar una boda estarás deslumbrante con unos zapatos plateados.

Los mejores zapatos para ir de boda: unos peep toes plateados siempre van bien, el único requisito es pintarse las uñas adecuadamente. La laca de uñas roja es siempre un acierto, aunque para una boda también puedes optar por unos tonos beige o por una pedicura francesa. Con los tacones plateados quedan mejor los vestidos en azul marino o en rojo oscuro.

Azabache

Aunque el vestido para ir a una boda nunca debe ser negro, sí que se llevan los zapatos en tonos recatados oscuros, especialmente con los looks clásicos. Si prefieres un modelo más llamativo puedes elegir uno con la puntera reforzada.

Los mejores zapatos para ir de boda: zapatos de salón en punta de color negro con piedrecitas de estrás o una llamativa estructura de piel. Combínalos con un vestido de satén en tonos fríos, como en rosa.

Reglas si vas de invitada a una boda: el vestido no debe ser ni negro ni blanco y los hombros y las rodillas deben ir cubiertos (al menos en la iglesia). Consejo: Respeta la regla del «demasiado». Todo lo que sea demasiado corto, demasiado estampado, demasiado atrevido o demasiado llamativo deberá quedarse en el armario ese día.

Los zapatos de los invitados a una boda pueden ser algo llamativos, al contrario que los trajes.

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