Tarjeteros de hombre: consejos y trucos

Un buen hombre de negocios debe saber venderse tan bien que un solo trayecto de ascensor debe ser suficiente para cerrar exitosamente un trato. Poder transmitirle al interlocutor las fortalezas y talentos y las características exclusivas que lo diferencian en más o menos un minuto es un logro brillante que también requiere práctica. Y para comenzar con el pie derecho y dar una muy buena impresión, tener tarjetas de visita propias es indispensable. Para entregarlas, nada mejor que sacarlas de un elegante estuche en el que también se guardarán cuidadosamente las tarjetas recibidas. A continuación, algunos consejos y trucos para manejarse correctamente con los tarjeteros de hombre.

El estuche correcto

Sea de cuero auténtico, imitación o de metal, el tarjetero es como un pequeño espejo del gusto de cada uno. La elegante impresión que genera es mejor que una simple carpeta que nada tiene que ver con las tarjetas. Según preferencia, el estuche puede ser sencillo, de colores o deportivo. Los más creativos no tienen por qué pretender ser un serio banquero o abogado.

Las tarjetas en el estuche

Los estuches normales y planos pueden contener unas diez tarjetas de visita, cuyo tamaño común es de ocho por cinco centímetros. Si tienen distintos compartimientos, se puede guardar por separado las tarjetas propias y las de los demás. Eso es muy ventajoso en el estresante o emocionante momento del intercambio ya que se evita la búsqueda nerviosa y se puede coger la tarjeta propia con total seguridad.

¿Dónde puedo llevar mi tarjetero?

El tarjetero de hombre siempre debe estar a la mano. Siempre. Si no se lleva un maletín, solo restan los bolsillos del pantalón o de la americana para guardarlo. Por cierto, la americana no debe quedar abolsada, sino que es mejor que cuelgue un poco (sobre todo el bolsillo del pecho); si no, puede que al sentarse las tarjetas se doblen. Por eso, los bolsillos laterales son la opción número uno para llevar el tarjetero. Los pequeños compartimientos que pueda tener un maletín son muy prácticos: se puede encontrar fácilmente el estuche y no se pierde entre los documentos.

Seriedad y estilo: el tarjetero debe capturar el estilo de la billetera, o al revés. La armonía visual del conjunto causa de inmediato una buena impresión, de orden y sofisticación.

Los tarjeteros son un accesorio estándar para todos los hombre de negocios.