Hygge, la decoración que te hace más feliz
¿Qué significa Hygge? Es un término danés, difícil de traducir literalmente, que describe un estado de bienestar relacionado con “disfrutar de lo que nos rodea y de los pequeños placeres”.
En ese entorno que nos rodea, el lugar en que vivimos tiene un papel muy importante dentro de la corriente hygge ya que es donde más tiempo pasamos, desconectamos o compartimos nuestro día. Claro que, si hablamos de lugares en los que más tiempo pasamos… ¡El lugar de trabajo también cuenta! Por eso en el post de hoy,te damos algunos consejos deco para hacer que tu hogar y tu zona de trabajo -si está dentro de tus posibilidades- sean más hygge.
Para hacer un espacio acogedor, la primera norma es, que no hay normas, ¡decóralo a tu gusto! pero sí puedes seguir algunas pautas que mejoran el resultado.
- Iluminación: es súper importante la luz natural, pero claro, no siempre podemos vivir en un 6º piso exterior y además cuando cae la noche solemos encender todas las luces de la casa, incluso cuando cenamos. Los expertos hygge, aconsejan reducir este consumo y pasar al uso de lámparas auxiliares que proyecten una luz tenue ¿Acaso no está de moda cenar en tinieblas en los restaurantes? De esta manera se crea un ambiente más íntimo en algo tan rutinario como es “cenar”, los tiempos se alargan y se disfruta del momento “por fin estoy en casa”. Por descontado queda, que cuando estamos modo sofá y manta, también apliquemos la filosofía hygge.
- Velas: lo ideal es una chimenea, en las casas danesas es algo normal y en invierno no puede haber nada mejor que eso. Pero en su defecto, las velas son el elemento que no debe faltar en un ambiente hygge por nada del mundo. Lo mejor es que podemos encontrarlas en cualquier tienda y muy bien de precio, no hace falta que te dejes un dineral en una de diseño. Ponlas en el salón en zonas donde puedas verlas y siente su llama, su efecto es más que relajante. Tengo que añadir, que incluso yo misma he puesto una vela ¡en mi lugar de trabajo! y la enciendo cuando sé, que me espera una jornada muy larga con la única compañía de mi ordenador.
- Flores: principalmente frescas… bueno, se acepta pulpo como animal de compañía, es decir, puedes recurrir a las de “mentira” ya que son más baratas, más fáciles de mantener y más duraderas. La idea no es que tu casa parezca un patio andaluz, sino que, en lugares en los que nunca las pondrías, cuentes con alguna flor o planta. Por ejemplo en la mesa de la cocina -jubila ese frutero y pon unas preciosas flores-, en la mesilla del salón al lado del sofá, en una estantería en el baño… Yo cuento con pequeños jarrones de flores que cambio de lugar cada cierto tiempo y los combino, por ejemplo, con el mantel que “siempre dejo en la mesa de comer”…
- Mantelería: solemos olvidarnos o no darle importancia al mantel. En el fondo influye mucho en el aspecto de la cocina y en el momento de las comidas. Cuando tenemos visita preparamos la mesa para los invitados, pero sino, con algo rápido nos vale. Pues no, para crear un buen espacio hygge, se recomienda dejar el mantel siempre puesto en la mesa, hazte con modelos individuales que tengan diseños bonitos para que puedas cambiarlos a menudo. La idea es, que ese espacio te de la bienvenida y te sientas a gusto cuando vas a disfrutar de una comida, solo o acompañado. En mi caso, pongo dos manteles pequeños a cada lado de la mesa y unas flores en el centro o uno grande a juego con las velas ¡de ti depende, que con pequeños gestos, las zonas más “corrientes” dejen de serlo!
El hygge tiene que ver con el sentimiento de nostalgia, los daneses por ejemplo, cocinan platos tradicionales como las gachas o el pastel al horno cuando se reúnen con amigos, esos platos que nos recuerdan a nuestras abuelas o que nadie mejor que “mamá” sabe hacerlos. ¡Pide esa receta que tanto te gusta y sorprende a tus invitados o a tu pareja!
También les recuerda a los antepasados y a la infancia así que un momento que califican como hygge es seguir el calendario de Adviento que cuenta los días que faltan para Navidad. En este caso, no hace falta que hagas ganchillo o veas películas en blanco y negro, una buena alternativa son los juegos de mesa con amigos, ver una película que te recuerde a cuando eras pequeño o, lo mejor de todo, ¡comer chocolate con churros una tarde de domingo!
Una última cosa, si practicas el hygge, acuérdate de estar cómodo. Pijama, manta o edredón, un buen libro, algo calentito… y a disfrutar de tu momento y del ahora.