Conoce los beneficios de viajar sola y ¡Pruébalo!

Tenemos que empezar este post diciéndote que, viajar en solitario es una tendencia al alza.  La gente va perdiendo el miedo (y la vergüenza) a descubrir nuevos sitios sin nadie en el asiento de al lado, hay más facilidades, el mundo es más global, tiene muchas ventajas y, ¿puede que las personas nos estemos volviendo cada más individuales, aventureros, atrevidos? Rotundamente, sí. Y como creemos que hay que probarlo alguna vez en la vida, vamos a convencerte con algunas razones para que prepares las maletas y te lances a la aventura de viajar sola. 

Estar solo en un lugar nuevo significa que te tienes que buscar la vida por tu cuenta, lo que es muy positivo, porque si surge un imprevisto no queda otra que espabilar y dar lo mejor de ti para resolverlo. También te sorprenderá la cantidad de cosas que te atreverás a hacer por primera vez, y que cuando estás con tu pareja, familia o amigos te resulta más complicado. Una vez decidido viajar, lo siguiente será descubrir dónde está tu nuevo límite.

Realmente lo de que viajas sin nadie ocurre únicamente al principio porque en estas experiencias acabas conociendo a mucha gente, ya sea en el lugar donde te alojas, en una excursión, en una visita guiada… Y aunque es difícil que las amistades sobrevivan al viaje, la magia de explorar el mundo con gente nueva será un recuerdo imborrable.

¿Itinerarios? ¿Horarios? Esas palabras no existen para un aventurero que ‘aventurea’ en solitario. ¿Quieres ir a la plaza ‘x’? Vas. ¿Te apetece pararte el rato que quieras para fotografiar el monumento ‘y’? Te paras. Y, sobre todo, ¿no quieres ir al sitio ‘z’? No vas. Tú eres el único dueño de tus pasos.

Que no queremos decir que viajar acompañado sea una pesadilla, pero te ahorras un buen número de discusiones tontas.

Estos días son para dedicarlos a ti al máximo y no te va a costar nada deshacerte del móvil, el portátil y la tablet. Te olvidas de todo y pones en orden tus pensamientos, ves las cosas desde otra perspectiva y reconectas contigo mismo.  Esta experiencia puede ser la ocasión perfecta para aclarar los temas que te rondan la cabeza cuando estás en la civilización, en la rutina, rodeado de gente, de prisas, de ruido… STOP.

Si viajar sirve para quitarse de encima muchas cadenas, hacerlo sin compañía ayuda a que este proceso sea más rápido. Te va a tocar sí o sí interactuar con la población local, aprenderás nuevas costumbres, te empaparás de la historia del lugar y conocerás cosas que son cotidianas para la gente de la zona pero que para nosotros son muy extrañas. ¡Hora de desatarse muchas vendas de los ojos!

Te atreves con todo, no paras por casa ni un momento, comienzas a ir sin acompañante al cine o a una exposición cuando antes solo de pensarlo te daba vergüenza… Has descubierto que no eres de cristal, que te puedes apañar bien por tu cuenta y ahora no hay manera de saciarte.

¿Cuántas veces te has quedado en tierra por no tener acompañante a pesar de disponer del tiempo y del dinero? Siempre y cuando se tomen las precauciones necesarias, conocer mundo por cuenta propia es una opción tan buena como cualquier otra.

Si te lo puedes permitir, no lo dudes ni un momento. Al final los lugares que descubras serán lo de menos; lo que se te quedará grabado en la memoria será esa experiencia que sentiste al 100% por tirarte a la piscina y dejar atrás tus recelos.