CELEBRAMOS LA 60º EDICIÓN DEL FESTIVAL A TRAVÉS DE SUS ARTISTAS
Los estilismos de Eurovisión se han convertido en El elemento sorpresa capaz de elevar a un artista y su tema hasta la victoria, como hemos podido comprobar en los pasados festivales. Si pensamos en Salomé y su participación en la edición de 1969, de forma innata recreamos su mono azul celeste diseñado por Pertegaz y cómo los flecos que cubrían todo su cuerpo se movían al ritmo de ‘Vivo Cantando’. O de Betty Missiego y su particular estilo que también viajó hasta el certamen. Interpretó su tema ‘Su Canción’ enfundada en una túnica de seda azul con motivos dorados que cubría todo su cuerpo hasta los pies. Pero no se trataba de una túnica cualquiera, Grace Kelly también le había echado el ojo; la artista ha afirmado en varias ocasiones que tuvo que convencer al diseñador para que se la vendiera, ya que la misma princesa de Mónaco la había reservado para ella.
La actuación de Abba y su memorable ‘Waterloo’ nos hechizó cuando el escenario se llenó de sus coloridos estilismos en tonos naranja y azul, terminados con apliques metálicos. Revivimos este mismo efecto cuando Conchita Wurst salió al escenario el pasado año con un vestido largo y dorado de pedrería que marcaba su figura y con bisutería de mujer para interpretar el tema ‘Rise Like a Phoenix’. Ambos ganaron. Y es que el vestuario es el factor sorpresa -y clave- con el que juegan los artistas para encandilar al público y asegurarse sus votos. No siempre es la música la protagonista de la actuación, cuando el grupo moldavo, Zbob Si Zdub, salió al escenario, su tema sirvió de banda sonora para acompañar su divertida y cómica actuación; lo mismo ocurrió con el grupo irlandés, Jedward; o el ucraniano Verka Serduchka, que puso la nota de excentricidad a la noche. Hay actuaciones en las que la indumentaria del artista se lleva toda la atención, como le ocurrió a Rodolfo Chikilicuatre con su guitarra, peinado y gafas o a Sventlana Loboda con sus botas moteras de mujer.
Con esta pieza repasamos los 60 años de espectáculo que nos ha traído Eurovisión
¿Qué despierta el festival?
La puesta en escena no solo ayuda a contextualizar la canción, sino también a transmitir su significado y narrar la historia que esconde, como es el caso del grupo inglés ‘Scooch’, el artista Daniel Diges luciendo pantalones gris de hombre satinados o el grupo lituano ‘Pirates of the Sea’. También es apreciado como una plataforma internacional por haber lanzado la carrera de Celine Dion, Michael Flatley y por la participación de divas como Dita Von Teese. Y es que la popularidad del festival no se pude poner en duda, de hecho es tal que en 1997 ‘House of Eurovision’ creó el premio ‘Barbara Dex’, el cual galardona a los peores vestidos, y está inspirado en la artista belga y el peculiar estilismo con el que participó en la edición de 1993. En esta 60º edición celebrada en Viena, la artista española, Edurne llevará un vestuario compuesto por dos piezas inspirado en su tema ‘Amanecer’ y el cual se irá transformando al compás de la canción. Su primera salida la hará envuelta en una capa roja, de la que se desprenderá durante la actuación, para dar paso a un vestido joya terminado en una pequeña cola. La acompañará el bailarín Giuseppe di Bella durante toda la actuación.