10 Trucos para hacer tus zapatos más cómodos
¡Los mejores tips para hacer tus zapatos más cómodos!
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Estrenar zapatos es unos de los mayores placeres, de ahí el dicho “estoy más feliz que un niño con zapatos nuevos”, pero ese primer momento tiene su lado oscuro cuando pensamos si nos harán daño o si los aguantaremos todo el día.
En realidad, solo con ver un zapato sabemos si es la horma perfecta para nuestro pie pero ¿qué puede vencer un amor a primera vista? Si eres de las que “lo ve y lo quiere” pero al ponértelos empiezas a lamentarse, en el post de hoy te damos algunos consejos para que los zapatos nuevos se adapten a tu pie lo antes posible o no te hagan tanto daño que desees ir descalza un semana.
- Llevar un cargamento de tiritas. Esto no va a hacer que el zapato se adapte a tu pie ni tampoco evitará el dolor. Pero, no tendrás que padecer las dolorosas y duraderas ampollas.
- El tamaño importa. Nunca compres unos zapatos que estén muy ajustados aunque te digan que ceden. La realidad es que al principio te resultará tan incómodo caminar que terminarás por no ponértelos más. Mejor compra una talla que quede holgada y pon una plantilla. Un truco que he descubierto hace poco, cuando llevaba tacones pero los sentía como si fueran chanclas, es meter papel de kleenex en la puntera. Es un truco muy viejo, ¡pero a mí me funcionó!
- Nunca te pruebes unos zapatos a última hora de la tarde, después de llevar caminando todo el día o en verano con un calor sofocante. El pie está hinchado y no es un buen referente.
- ¡Las suelas gruesas son un calvario! En mi opinión, son los zapatos más incómodos si la suela es rígida y demasiado ancha. Prueba a flexionar la suela en la tienda y si ves que es muy dura, piensa dos veces antes de comprarla, algunos modelos que tienen dientes en la suela o la plantilla mullida, son mucho más cómodos. Por lo general, este tipo de zapatos tienden a adaptarse al pie por sí solos.
- ¿Te has comprado unos zapatos de diseño? Evidentemente, no puedes esperar a que con el uso se den de sí, porque tampoco los usarás tanto como para que se adapten al pie, además, han de conservarse con relleno en el interior y ¡hasta metidos en su caja! Si llevarlos es insoportable, llévalos al zapatero de toda la vida, hay productos para el uso inmediato o aparatos para cuando están guardados que ayudan a que cedan a un poco.
- Alterna los zapatos. Este es el mejor consejo, por experiencia personal que puedo confirmar que funciona. No para que los zapatos nuevos se adapten al pie, pero sí, para que nuestros pies descansen. La clave es alternar los zapatos: el día después de llevar zapatos nuevos, es necesario ponerse unas sneakers o unos zapatos cómodos para reducir -el inevitable- dolor.
- Un truco para que os zapatos de invierno no hagan daño, bueno, o por lo menos no hagan rozadura, es llevarlos con los calcetines más gruesos que tengas.
- Si las suelas resbalan cuando caminas porque son súper nuevas, prueba a pasar una lija por ellas. No es nada glamuroso, pero menos glamuroso es ir a una fiesta con zapatos de tacón altísimos y andar como si pisaras huevos por miedo a resbalar.