¡Lo estabas esperando! Un tratamiento anticelulítico casero
Bye, Bye piel de naranja
¿Estás preparando la operación bikini? Pues no hay nada más eficaz que la constancia y… Algunos trucos que nos ayuden a conseguir nuestros objetivos más rápido ;)
Uno de las cosas que intentamos hacer desaparecer antes de la llegada del verano es la celulitis. La celulitis llega tarde o temprano y eliminarla cuesta, por eso requiere de ser constante y usar tratamientos anticelulíticos que ayuden. Quizás, no es mucha la celulítis, pero “algo” ves y no te gusta nada. En ese caso hablamos de piel de naranja y tratarla desde el principio es la mejor manera de decirle ¡bye, bye!
Métodos hay muchos: presoterapia, cremas carísimas, ejercicio, eliminar algunos alimentos de la dieta, masajes de drenaje linfático, procurar no estar sentada muchas horas seguidas… ¿Pero y si hubiera algo más sencillo, económico y rápido?
El ingrediente principal de este tratamiento es la sal de mar, no hace falta que vayas a la playa y llenes garrafas… ¡con la sal que compramos en el super es suficiente!
¿Pero la sal no engorda? Sí, retiene líquidos y precisamente, si se ingiere, favorece la aparición de celulitis. Pero esta vez la usaremos sobre la piel, no hay que tomarla, y la manera de hacerlo es a través de un proceso más que placentero…
Te vas a quedar sorprendida cuando descubras cómo: a través de baños de agua salada (en la bañera de casa, claro), 3 a la semana y durante aproximadamente 20 minutos. Reduce la celulitis más visible y tersa la piel en general, actúa igual que el agua de mar, de hecho, ¿no has notado que a a vuelta de las vacaciones la piel está como más saludable y lisa en las zonas con piel de naranja? ¡Incluso el agua de mar es buena para las manchas de quemaduras! Esto se debe al yodo, un contenido propio del agua de mar, que actúa por ósmosis en la microcirculación y drena el exceso de líquidos.
¿Cómo se prepara el baño con sal?
1. Echar medio kilo de sal en la bañera. El agua ha de estar a 37-38 grados.
2. Sumérgete y relájate durante unos veinte minutos, moviendo tus piernas suavemente.
3. Repetir el tratamiento al menos 3 veces a la semana, si lo haces durante todo el invierno los efectos serán más visibles.
4. Para un mayor drenaje, añade el jugo de un limón o gotas de aceites esenciales de pomelo y romero.
5. Acaba el tratamiento presionando con el chorro fuerte de la ducha y agua fría en la zona afectada.