Guantes con dedos de mujer: como en Desayuno con diamantes

Guantes con dedos de mujer: como en Desayuno con diamantes

Al principio, los diseñadores adornaban cada vez más a menudo los abrigos y las chaquetas con ribetes de pelo en el cuello, en la capucha y en las mangas. Y ahora envían de cacería a modelos con conjuntos completos de piel y pelo. El motivo es sencillo: no existe otra prenda que le dé tanto valor al guardarropa de una forma tan sencilla. Incluso un simple jeans pitillo y una camiseta combinados con una chaqueta forrada tienen un aire caro y glamuroso. A continuación, tres consejos de cuidado para que tu chaqueta se mantenga en perfecto estado durante mucho tiempo.

1. Pelo limpio

Una chaqueta forrada de pelo largo suele acumular mucho polvo. En este caso puedes simplemente sacudirla. Cepillarla, en cambio, es una mala idea, ya que el cepillo puede dañar los delicados pelos y arrancarlos por completo. Y que no se te ocurra por ningún motivo lavarla tú misma o plancharla. Incluso una limpieza normal en seco puede dañarla. Para todo esto existen tintorerías especiales; así, el pelo se mantiene suave y sedoso.

2. Enemigos naturales: el calor y el agua

En cualquier estado, el agua daña la chaqueta. Si el cuero húmedo no se seca correctamente, es fácil que se rompa y se desgarre. Así que debes sacudir la nieve y la lluvia tan pronto como puedas y secar la chaqueta colgando lejos de la calefacción. El aire seco y caliente la desgasta. También el perfume, los desodorantes y otros aerosoles son dañinos y la resecan. Si el cuero se llegase a dañar, no trates de arreglarla tú mismo y llévala a un profesional que sepa lo que hace.

3. Unas merecidas vacaciones de verano en un lugar aireado

En las estaciones calurosas, la chaqueta forrada va directa al armario. Sin embargo, es mejor llevarla al sótano porque ahí siempre hace fresco. Para que el pelo no se reseque ni se llene de polvo, métela en una funda portatrajes transpirable (a ser posible de lino, cretona o algodón). Las bolsas de plástico no sirven para conservar la prenda.

Pelo real o imitación… la decisión depende de cada uno. Pero es un hecho que hoy en día la industria textil produce una piel falsa de tan buena calidad que apenas se puede diferenciar de la auténtica. Así que ni los veganos ni los animalistas tienen excusas para no usar chaquetas de piel. La artificial tiene dos ventajas: respeta la cartera y es más fácil de cuidar.

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